El artículo 20 de nuestra constitución garantiza el derecho a la libertad de expresión y concretamente a «expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción».
Sea por cuestiones morales o políticas, la línea entre el derecho a la libertad de expresión y lo que una sociedad puede considerar ‘aceptable’ parece condenada a estrecharse en ocasiones. Desde la implantación de la imprenta de Gutenberg y su posterior expansión en Europa, han existido libros “prohibidos” o escritos que levantan ampollas a quienes los leen.
Esta semana ha saltado a la actualidad un libro que parece ser que ha levantado críticas muy airadas entre toda la sociedad. Se trata de “Cásate y sé sumisa”, cuya autora es Constanza Miriano, «casada y madre de cuatro hijos», además de periodista italiana en los telediarios de la RAI. En España , editado por el arzobispado de Granada , que no ve ninguna razón de polémica, ha vendido una cantidad razonable de ejemplares. El Arzobispado de Granada dice no ver motivos para retirar este libro, a pesar de que incluye ‘perlitas’ como «Tendrás que aprender a ser sumisa. «O sea, a ponerte debajo, porque tú serás la base de vuestra familia». «Quien sostiene el mundo es el que está debajo, no el que se pone por encima de los demás». O «siempre es ella, La Madre Decente que yo debería ser, la que me obliga a sonreír empalagosamente cuando me levanto después de haber trabajado de noche y, con cuatro horas de sueño en el cuerpo«. Su autora, la italiana Constanza Miriano, se ha convertido en un fenómeno mediático y asegura no comprender el revuelo a pesar de que insiste en que hay que obedecer al marido. Muchos y muchas pensamos que somos los que en un momento determinado hacemos esfuerzos por nuestra familia, pero sin que nadie nos lo imponga, sino por decisión nuestra. Ya nos reímos o no, el día que dormimos cuatro horas, es cuestión de uno mismo.
Estas frases, han irritado a numerosos colectivos y ciudadanos de forma individual que ve una cierta tendencia a difundir como “buenos” un estereotipo de mujer ya caduco, sin opinión en asuntos relevantes y solamente vista como mera trabajadora dentro y fuera del hogar, sin posibilidad de opinión sobre su propia situación.
Os repasamos algunos libros que en su época levantaron profundas críticas y que aún hoy, siguen creando revuelo:
Los libros más polémicos
- Los 120 días de Sodoma» del Marqués de Sade
«Los 120 días de Sodoma» hace que «50 sombras de Grey» parezca una novela para niños. Básicamente es una exploración del lado más oscuro de la naturaleza humana, y especialmente de la perversión sexual. En el libro, cuatro libertinos franceses capturan a algunos adolescentes y proceden a torturarlos, humillarlos y violarlos durante 120 días. Finalmente son asesinados, pero hay mucho espacio para atrocidades en el camino. Llama la atención que fuera publicado ¡ en el siglo XVIII ¡. Muy difícil de leer y entender.
- Los versos satánicos» de Salman Rushdie
Publicado en 1988, «Los versos satánicos» es polémico debido a sus actitudes hacia el Islam. Rushdie se refiere a Muhammad como «Mahound», lo cual esencialmente significa demonio, y nombra prostitutas después de sus esposas. Se quemaron copias, hubo disturbios generalizados e incluso un traductor del libro fue asesinado. Rushdie pasó poco menos de una década bajo protección policial. Existen lugares donde no puedes llevar ese libro en la maleta, porque te detienen las autoridades.
- «Lolita» de Vladimir Nabokov
El narrador de «Lolita», es un pedófilo. En el libro, él se casa con una mujer específicamente para tener acceso a su hija de doce años llamada Dolores. . Este libro fue prohibido en Francia, Inglaterra, Nueva Zelanda y Argentina después de su lanzamiento en 1955, pero fue extrañamente popular en Estados Unidos. En su día , fue un gran escándalo, hoy se ha convertido en un referente para cierto tipo de literatura.
- El origen de las especies» de Charles Darwin
Puedes argumentar que la ciencia no puede ser ofensiva, pero esto no impidió que la inmortal tesis de Charles Darwin sobre la evolución y la selección natural provocara un gran alboroto. Las instituciones cristianas condenaron el libro, ya que contradice la visión creacionista de que los seres humanos fueron creados en su forma actual por un creador. El propio Darwin no creía que la evolución y la noción de un creador fueran mutuamente excluyentes, pero esto sigue siendo un tema polémico hasta el día de hoy. Hasta en los episodios de los ‘archiconocidos’ Simpsons, se trata este tema.
Y en nuestro país tenemos el ejemplo de dos libros que desataron cierta polémica en su día:
- Comprender y sanar la homosexualidad
«Este libro aborda preguntas acerca de cómo se puede pasar de ser homosexual a ser heterosexual». Fue comentado en numerosas tertulias y defendido por algunos representantes del clero. En venta en El Corte Inglés, Amazon o La Casa del Libro, el autor, Richard Cohe, aseguraba haber ‘curado’ a cientos de miles de hombres y mujeres de la atracción por miembros de su mismo sexo. Corría diciembre de 2011 y se montó tal polvareda que El Corte Inglés terminó retirando el controvertido ‘manual’ de su librería virtual.
- Todas putas
Algo más antiguo es el caso del ‘Todas putas’, de Hernán Migoya, en su día también muy polémico porque colectivos feministas y de izquierdas consideraron que en él se hacía «apología de la violación». El hecho que echó más leña al fuego fue que la fundadora de la editorial ( El Cobre) fue la Directora del Instituto de la Mujer. La ‘coincidencia’ hizo que varias organizaciones pidieran su dimisión. Tey terminó retirando el libro un tiempo.
Todos estamos de acuerdo que los libros han tenido un poder de cambio en la gente. Nos pueden llevar a modificar nuestra vida, a evocar momentos maravillosos, a disfrutar intensamente. Nos hacen vivir otras historias, al más duro le hacen saltar las lágrimas y al más tocado le dan poder de autorreflexión.
Desde hace siglos , los libros nos expresan ideas que son fundamentales para la humanidad, nos transmiten conocimiento, representan nuestras luchas y nos presentan a veces, ideas desafiantes. Sin embargo, algunas personas creen que ciertas ideas no deberían ser expresadas y ciertos temas nunca deberían ser explorados.
El papel en blanco y la pantalla parpadeando , no deberían tener límites. La distribución del resultado (un libro), tampoco. Luego discútelo, odiálo, ponte en su contra, haz campaña contando lo malo que es, o no lo compres… Pero no lo prohíbas. Porque entonces, seguiremos teniendo “hogueras” en la era de Internet. Hogueras virtuales, pero al fin y al cabo, serán llamas que consumirán opiniones. Y sobre todo no olvidemos, que la literatura es ficción al fin y al cabo. Como el dicho que todos repetimos como un mantra, «la realidad supera a la ficción».
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