Queremos hacer una reflexión sobre consejos para leer a gusto y disfrutar de la experiencia de la lectura. Porque tan importante es qué lees, pero también cómo lees y dónde lo haces.
Siempre se ha dicho que tenemos que cuidar el entorno en todo lo que hacemos. Hay páginas enteras de prestigiosas revistas de decoración que te cuentan “cómo organizar un rincón especial de lectura”, con auténticas habitaciones soñadas donde cuando ves las fotografías tan cuidadas piensas. “Si yo tuviera esa pedazo de biblioteca tan ordenada y con esas butaquitas tan ideales me leería 200 novelas por mes”. Pero parece ser que no son los lugares donde más se leen libros.
¿Cuáles son los lugares ideales para leer? Pues según nuestro extenso testeo y recopilación de datos al viejo estilo, son los siguientes:
– Los entornos naturales como la playa, el campo o la montaña son los lugares preferidos por muchos de los lectores. Pero a la hora de ponerlo en práctica no suelen ser los más utilizados, sino más bien idealizados. La playa porque la arena no es un entorno propicio, el campo porque hay que ir cargados además con una buena silla y la montaña porque el viento y el frío a veces no acompañan a un buen libro.
– La cama. A mucha gente la cama le da mucho juego para la lectura, porque a falta de un rincón especial, un par de almohadas y no existe entorno más cómodo. La costumbre de leer antes de acostarse o una mañana que no haya que madrugar ha sido el escenario perfecto para muchas páginas consumidas por todos.
– Los transportes públicos. Los tiempos perdidos en ir a nuestro lugar de trabajo son un buen sitio para devorar los libros preferidos. Si bien exigen mucha concentración, muchos podemos decir que en estos desplazamientos hemos leído una biblioteca entera a lo largo de un periodo. Una buena forma de aprovechar el tiempo . A prueba de gente que se concentra y no se dispersa con los ruidos y las conversaciones.
– Un banco de un parque tranquilo, donde no te conozcan mucho, es otro lugar interesante para dejarse atrapar por buenos momentos lectores.
– El baño. Aunque parezca algo inconfesable, muchas lecturas interesantes se desarrollan en este espacio íntimo y que aunque debería ser breve el rato que pasamos, hay verdaderas bibliotecas y revisteros en el cuarto de baño.
– Una butaca especial, un sofá cómodo, una silla en la cocina, un hamaca en la terraza, unos cojines en el suelo, una zona chill out… Pueden componer el escenario perfecto de nuestras aventuras maravillosas. Lo podemos aderezar con un buen fuego en una chimenea, música relajante, un café caliente o una copa de un buen vino. Muy sugerente ¿verdad? Y quizás muy poco común. Al final el lugar donde se acumulan más lecturas es un sofá trillado por muchas horas de estar ahí, una vieja manta y poco más.
Disfrutad de la experiencia lectora. Lo que necesitáis es un buen contenido, el entorno os puede favorecer, pero nunca sustituirá un buen libro. Cualquier lugar siempre será bueno.
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