Todos nos iniciamos en la lectura con un cuento. Es el principio de la lectura. Desde el primer mes de vida que algunos bebés escuchan de sus padres la historia de “El Pollo Pepe”,
hasta que leemos los relatos cortos de Poe, nuestro “fondo de armario” de lectura lo componen cuentos muy diversos. Es algo que predomina en todas las culturas y países de nuestro planeta.
Hoy os vamos a dar algunos consejos básicos para escribir un cuento. No es que nos pongamos en plan “Escuela de Escritores “ , pero creemos que muchos tenéis tiempo libre y ganas de contar cosas. Un cuento puede ser un buen regalo para un niño, se puede convertir en un detalle personalizado para alguien especial, o una forma de automotivarnos y ponernos a prueba.
Lanzarnos a escribir es el juego más sencillo al que podemos jugar, prueba el papel en blanco, la pantalla parpadeante o incluso el bloc de notas de tu smartphone y comienza a contar una historia.
5 consejos para escribir un cuento
- Lo primero y básico : ¡Lee! No se puede escribir si no lees suficiente. Es vital que te empapes de muchos cuentos y relatos cortos. Toma nota de la estructura y cómo el autor usa la brevedad en su beneficio. Leer una variedad de autores y estilos te ayudará a aprender cómo adoptar diferentes “voces” para cada historia que escribas, y ampliar tu paleta creativa. Presta atención a cómo los autores desarrollan sus personajes, escriben diálogos y estructuran sus argumentos.
- 1, 2, 3 y Acción: No te pierdas en circunloquios, ni detalles excesivos. Como en muchas cosas, menos es más. Descripciones y personajes muy definidos te harán ir al grano. Otra regla de oro: capta la atención con un comienzo impactante, un titulo llamativo. Tienes menos tiempo para que se quede el lector, por eso empieza a cautivarle desde el principio.
- Busca historias atrayentes: puede que pienses que no tienes una experiencia de vida que te de para escribir, pero inspírate en gente normal, habla, pregunta, investiga, ve las noticias… La fuente de inspiración puede estar en los lugares y personajes, aparentemente más sencillos.
- Decide quién contará la historia: Puedes contarla desde tu punto de vista, el yo, la segunda persona el “tú” o la tercera persona. Ten en cuenta que el yo sólo puede contar lo que sabe o ve, pero las terceras personas pueden saberlo todo y explorar más matices del personaje. El yo es más intimista, cercano e intenso. El punto de vista del narrador cambiar un cuento que aparentemente es el mismo; prueba a contarlo con las tres personas y verás cómo es diferente.
- Pide segundas opiniones. Envía tus borradores a alguien de confianza que sea muy “friki” de la lectura y a alguien que no lea mucho. Es bueno escuchar dos opiniones muy diferentes. Cuando hayas terminado la historia, vuelve a través de ella y corrige los errores tipográficos, así como los errores lógicos y semánticos. En general, asegúrate de que la historia fluye y los personajes y sus problemas se presentan y resuelven adecuadamente. Si tienes tiempo, deja la historia como está por unos días o semanas antes de editarla. Distanciarte de la historia de esta manera te ayudará a verla con mayor claridad cuando la retomes.
No abandones a la primera. Ponte una meta de unas horas a la semana o nº de páginas, aunque luego la tires a la papelera . Porque desechar malas historias también es avanzar. Y recuerda por qué escribes: para disfrutar, para expresas emociones íntimas, para emocionar a otras, para contar historias… A veces nos olvidamos que tenemos que disfrutar escribiendo.
Si quieres publicar con nosotros, te lo ponemos fácil, contacta con nuestro servicio para escritores.
Y colorín colorado…. Este post se ha terminado. Corto y conciso.
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