Iniciamos una serie de recomendaciones de lecturas para la época en la que se supone que tenemos algo más de tiempo para leer. En el verano, son muchas las ocasiones que se nos presentan de lectura extra, ratos de ocio y mucho tiempo libre. El día se alarga, la noche en ocasiones también , las siestas en las que no se duerme, o la tumbona de la playa, se brindan a que caiga en nuestras manos un ereader cargado de ebooks con ganas de devorarlos. Y entre tinto de verano y brisa fresca, parece que las lecturas nos sientan mejor.
No sé si existen unos libros típicos más de lectura obligada en el estío. Quiero pensar que la lectura es independiente de las estaciones del año y que los autores no piensan sí les leeremos, tumbados en el sofá arropados con una manta o en la hamaca con las estrellas de fondo. Pero al igual que algunos han tenido algún amor de verano, quizás sí recordemos algún libro especial de verano. Puede que nos cambien los gustos por ciertas lecturas y al igual que nuestra alimentación se llena por estas fechas de frutas y cosas fresquitas, nos apetece desconectar algo más y leer cosas más “ligeritas” y que en ocasiones no confesamos.
La maleta se ha reducido
Por fin llegaron las vacaciones, y las lecturas de veraneo.
Desde hace algunos años, mis vacaciones se han ido reduciendo cada vez más, hasta quedarse en la mínima expresión. Pero aunque sólo sea un semana al año, me tomo un paréntesis de la rutina y allá donde esté o vaya (no siempre las vacaciones coinciden con un viaje) , desconecto y dejo que el reloj marche a su antojo. Y así tenemos algo más de tiempo para leer.
La parte positiva de esto, es que las vacaciones se han reducido, pero también la maleta. Cuando me disponía a irme hacia mi destino, antes que conociera los ebooks, tenía que decidir qué libros me llevaba y siempre buscaba las ediciones que no ocuparan demasiado. Porque era una pesadez ir de acá para allá con los libros, se manchaban con todos los restos de todo lo que se encontraran por allí, o se quedaban olvidados en el apartamento u hotel de turno.
Ahora con el más sencillo ereader, podemos cargar todos los títulos sin limitación de espacio y seguro que a la vuelta no hayamos leído ni la mitad de lo que nos propongamos volviendo con el lector no tan usado como esperábamos, pero tan cómodo y en apenas 300 grs de peso, que lo llevaremos a todos lados.
Rumbo al destino elegido ya sea en tren , en avión o en coche, nos llena de aventuras esas largas horas de esperas. Lo mejor es en estas ocasiones, dejarse llevar , hacer de copiloto acariciando el transcurrir de los kilómetros y las letras. Tan ameno se hace , que cuando llegamos al destino, nos molesta un poco. ¿Ya? ¡Espera que termine este capítulo! No me quiero bajar del coche.
En los siguientes post, iremos recomendando algunos libros interesantes para leer este verano. Pero como hay tantas lecturas y gustos , simplemente lo haremos desde la perspectiva de diferentes personajes ficticios que hayan leído esos libros un verano cualquiera.
Y para vosotros ¿cuál es vuestro Libro del Verano? Esperamos vuestras sugerencias . Enviarnoslos por nuestras redes o a nuestro correo comunicación@biblioeteca.com.
Os esperamos en nuestra sección de Paga si te Gusta. ¡Seguro que encontráis un libro refrescante que os acompañará !
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1 respuesta a Los libros sí son para el verano…