Como sabéis estamos inmersos entresacando los datos del Primer Estudio sobre Hábitos de Lectura Digital. Hemos indagado cuántos lectores o aparatitos de estos tan cómodos tenemos los españoles.
Según parece por datos que hemos podido averiguar de diferentes fuentes, en España se venden más ereaders que libros digitales, más aparatos que ebooks. Es como si se vendieran más frigoríficos que comida para llenar nuestras neveras. El aparato se supone que no puede fagocitar al producto que es la base de su existencia, ni el continente al contenido.
El lector de libros electrónicos es un aparato para leer, frente a la tableta, que sirve para contenidos más multimedia con una función más visual. La función especializada de los e-readers hace que la lectura sea una experiencia cómoda y agradable, aunque también limita su mercado en España.
Según datos de la consultora GFK, una de estas empresas que se dedican a saber cuántas cosas queremos y nos gustan, “el parque de ereaders” ronda los 800.000 dispositivos vendidos en el año 2012. Eso unido a los 450.000 del año anterior, nos dan más de 1 millón 200.000 dispositivos, en manos de ávidos lectores digitales. Una cifra nada desdeñable, pues nos convertimos en el segundo país de Europa con más posesión de estos gadgets.
Los e-readers han entrado en el mercado editorial español, y lo han hecho pisando fuerte. Sin embargo, todavía hay mucho desconocimiento acerca de qué es un lector de libros electrónicos. Y si mezclas el concepto “e-reader” con “e-book” y “tableta”, la confusión aumenta. Son tres herramientas diferentes, aunque relacionadas.
Se entiende por lector al aparato que tiene pantalla de cinco a siete pulgadas de tinta electrónica y muestra las letras o caracteres en negro sobre un fondo gris suave. La principal característica es que la lectura se puede hacer muy bien a plena luz solar, como cualquier texto impreso. Al igual que con el papel, se necesita luz ambiental para leer un libro electrónico. En cambio, las tabletas llevan una pantalla LCD a color con iluminación trasera, como los portátiles. Podría pensarse que el principal competidor del lector es la tableta, aunque las cifras de hábitos de uso lo desmienten. La tableta se utiliza más para estar en contacto con las redes sociales, jugar y ver contenidos, escribir correos , chatear. Los textos que se leen en las tabletas suelen ser cortos, de inmediatez y actuales. Puedes leer una novela durante horas, pero no te lo recomiendo, pues la vista se suele fatigar. Algunos lectores sí los recomiendan para comics e ilustración.
En los últimos años se han probado distintos tamaños de pantalla, desde las cinco hasta las siete o más pulgadas. Al final, se ha visto que el más práctico es el de seis pulgadas, con un tamaño de página de 9 x 12 cm, similar a un libro de bolsillo, aunque más delgado y ligero, no superando los 200 grs.
Lo que distingue un lector de otro, aparte del diseño de la carcasa y del tamaño de la pantalla, es el procesador, que hace que la presentación de las páginas sea más o menos rápida.. La capacidad de la batería es parecida y no es crítica, porque estas pantallas son de bajísimo consumo. Prácticamente nulo mientras se muestra el texto y un poco más alto al pasar páginas; pueden pasar semanas antes de tener que recargarlos, aunque se usen a diario. Hay modelos con conexión wifi , otro factor para decidir y la memoria suele ser de dos gigas, con lector de tarjetas SD o Micro SD.
Más que las especificaciones, se busca el precio bajo y los complementos gratuitos, como tener una serie de libros gratuitos o un librería asociada.
A excepción de Sony, con el Reader, y Amazon, con el Kindle, la mayoría de empresas y marcas que los venden en España son nacionales, como Mundo Reader (Bq), Grammata (Papyre), Wolder (Mibuk) y Energy Sistem, entre otras. Aquí se habla español en cuanto a ventas y son bastante apreciados estos productos en el mercado autóctono.
Ya tenemos entonces un buen “parque tecnológico lector” , que lo ha posibilitado la bajada de precios y la popularización de estos dispositivos. Ahora, existen ofertas en el mercado de ereaders por poco más de 85 – 90 € que hacen que no sea un regalo caro. Se ven en manos de jóvenes y gente de mediana edad en cualquier lugar.
Pero entonces ¿qué falla? ¿Cómo es posible que se vendan más cacharros que contenidos , lo que dota de razón de ser a un ebook? Pues es evidente, otra vez el precio, las pocas alternativas y la desunión de las editoriales con una agresiva política de precios.
Queremos mucha “ comida” para nuestros ereaders , con ofertas y buenos precios porque eso avivará la competencia y la calidad.
De momento, quedaros en nuestro ultramarinos Biblioeteca. Tenemos una buena selección y los precios son muy asequibles. La mesa está servida.
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