Son ya casi 20 años los que han pasado, desde que el CERN autorizó la utilización gratuita y libre de la WWW, creada por Tim Berners-Lee unos años antes. Del germen de aquella rudimentaria World Wide Web, sencilla , destinada a que muchos investigadores y científicos, publicaran sus contenidos para compartirlos y avanzar, nació la red como la conocemos.
Hoy se conmemora el día de Internet y siempre en estos días nos preguntamos si está justificada una celebración de este tipo. Porque a muchos que han nacido con ella y comenzaron a tener la red disponible en sus vidas, les sonará raro eso que hace años no hubiera correo electrónico, que el intercambio de documentos fuera por fax o carta y que el teléfono fuera el único modo de comunicarse a distancia.
Pero no hace tanto tiempo que nació esta nueva forma de interactuar, revolucionando la comunicación entre los seres humanos. De los agoreros que decían que eso no iba a cuajar, hasta los extremistas que vaticinaban que no íbamos a salir de casa , y que sería el fin casi de la necesidad física de viajar, nos hemos dado cuenta que ni lo uno ni lo otro. Seguimos necesitando interactuar presencialmente con las personas y la experiencia de un ordenador no suple la necesidad de escaparse a otros lugares del mundo.
Este invento-porque lo denomino así- no fue real hasta que se permitió que la web fuese utilizada de manera libre y generalizada en todo el mundo facilitando el intercambio de conocimientos a nivel mundial y dando paso a la revolución de la información en todos los sectores de la sociedad que transformaron la forma de comunicarse, de trabajar, de innovar y de vivir.
Algunos datos curiosos
Aproximadamente existen unos 2.500 a 3.000 millones de personas que tienen acceso a Internet en el mundo. Las cifras de un día son:
– Se ven 150 millones de horas en Youtube
– SE suben 300 millones de fotos en Facebook y otras redes sociales
– Se envían 4000 millones de email
– Se escriben 400 millones de tweets
– Para el 2016 se superarán los 81 “exabytes” de tráfico de contenidos que corresponden al almacenamiento de 20.000 millones de DVD
Lo que es indudable es que ha cambiado la forma de trabajar, de relacionarnos y hasta de pensar. Con un sinfín de contenidos al alcance de la mano y sin estar atados ni tan siquiera de forma física a un ordenador, nos abre un mundo de inmensas posibilidades. Sólo hay que saber buscarlas. El conocimiento humano se ha transformado, pues la inteligencia colectiva se nutre de la red. Como en todo, hay parcelas oscuras, pero no negaremos que son más las ventajas que los inconvenientes. ¿Os imagináis un mundo sin la red de redes tal y cómo lo conocemos?
En Biblioeteca queremos celebrar con vosotros este día. Porque somos Internet también, nacimos de ella y queremos contribuir a que los buenos contenidos estén al alcance de todos.
Os recomendamos algunos libros sobre la evolución de Internet.
¡Nos vemos por las redes!
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