10 novelas históricas imprescindibles

Seguramente se nos haya quedado más de una obra maestra en el tintero y es que resulta casi imposible estar al tanto de las nuevas obras literarias que colman las estanterías de BiblioEteca, y a la vez, recordar las más recónditas novelas históricas que no solo han tenido éxito en el pasado, sino que en la actualidad siguen siendo una lectura imprescindible.

En total, hemos recopilado 10 novelas históricas que por sus ventas y críticas creemos que deben estar en esta lista. No obstante, os invitamos a vosotros, lectores empedernidos, amantes de la historia, la novela, los tiempos inmemoriables, los egipcios, los romanos… que nos contéis a cerca de otras novelas históricas que podrían encajar en esta lista.

¡Esperamos vuestros comentarios!

1| Yo, Claudio de Robert Graves

El libro es sumamente ameno a la par que erudito, sin que el fárrago de nombres romanos sea un obstáculo ni siquiera para lectores poco amigos de la novela histórica. Con Yo, ClaudioGraves se supera a sí mismo a la hora de pintar personajes y acercar épocas e intrigas al lector. La novela tiene una continuación, Claudio el dios y su esposa Mesalina.

2| El nombre de la rosa de Umberto Eco

Valiéndose de características propias de la novela gótica, la crónica medieval, la novela policíaca, el relato ideológico en clave y la alegoría narrativa, El nombre de la rosa narra las actividades detectivescas de Guillermo de Baskerville para esclarecer los crímenes cometidos en una abadía benedictina.

A esta apasionante trama debe sumarse la admirable reconstrucción que no se detiene en lo exterior sino que ahonda en las formas de pensar y sentir del siglo XVI.

3| Memorias de Adriano de Marguerite Yourcenar

Alabada unánimemente por la crítica como una de las obras más singulares, bellas o profundas de la literatura del siglo XX, y considerada a menudo la primera novela posmoderna, Memorias de Adriano marcó un hito en el género de la narrativa histórica y descubrió al mundo una auténtica maestra del arte narrativo. La espléndida traducción de Julio Cortázar ha contribuido a atraer constantemente a nuevos lectores interesados en el emperador del siglo II, «casi un sabio», que fue tal vez uno de los últimos espíritus libres de la Antigüedad.

4|  Sinuhe, el egipcio de Mika Waltari

En el ocaso de su vida, el protagonista de este relato confiesa: «porque yo, Sinuhé, soy un hombre y, como tal, he vivido en todos los que han existido antes que yo y viviré en todos los que existan después de mí. Viviré en las risas y en las lágrimas de los hombres, en sus pesares y temores, en su bondad y en su maldad, en su debilidad y en su fuerza».

Sinuhé el egipcio nos introduce en el fascinante y lejano mundo del Egipto de los faraones, los reinos sirios, la Babilonia decadente, la Creta anterior a la Hélade…, es decir, en todo el mundo conocido catorce siglos antes de Jesucristo. Sobre este mapa, Sinuhé dibuja la línea errante de sus viajes; y aunque la vida no sea generosa con él, en su corazón vive inextinguible la confianza en la bondad de los hombres.

Esta novela es una de las más célebres de nuestro siglo y, en su momento, constituyó un notable éxito cinematográfico.

5| Guerra y Paz de Leon Tolstoi

Una de las obras cumbres de la literatura rusa y sin lugar a dudas de la literatura universal. En ella, Tolstói quiso narrar las vicisitudes de numerosos personajes de todo tipo y condición a lo largo de unos cincuenta años de historia rusa, desde las guerras napoleónicas hasta más allá de mediado el siglo XIX.

Los tres personajes centrales son: el príncipe Andréi, inteligente y erudito aunque descontento; el conde Pierre Bezújov, el heredero de una fortuna vasta y los problemas de ser una persona importante en la sociedad rusa y un amigo del príncipe Andréi; y la condesa Natasha Rostova, una joven bellísima y simpática, de una familia con muchas deudas.

Tolstói además escribe sus propias opiniones sobre la historia, la guerra, la filosofía y la religión.

6| Africanus, el hijo del Consúl de Santiago Posteguillo

A finales del siglo III a.C., Roma se encontraba a punto de ser aniquilada por los ejércitos cartagineses al mando de uno delos mejores estrategas militares de todos los tiempos: Aníbal. Su alianza con Filipo V de Macedonia, que pretendía la aniquilación de Roma como Estado y el reparto del mundo conocido entre Cartago y Macedonia, constituía una fuerza imparable que, de haber conseguido sus objetivos, habría cambiado para siempre la historia de Occidente.

Pero el azar y la fortuna intervinieron para que las cosas fueran de otro modo. Pocos años antes del estallido del más cruento conflicto bélico que se hubiera vivido en el Imperio, nació un niño llamado a realizar grandes proezas: Publio Cornelio Escipión, hijo del cónsul de Roma durante el primer año de la guerra y de quien tomó, entre otras cosas, el nombre. El joven oficial iniciaría un camino extraño y difícil, sorteando obstáculos y opositores, y buscando alianzas imposibles. Sus hazañas le valieron el sobrenombre de Africanus, en alusión a uno de los territorios que conquistó, con enorme valor, en el campo de batalla. Pero la admiración y la gloria trajeron también la envidia.

7| Las legiones malditas de Santiago Posteguillo

Publio Cornelio Escipión, que pasaría a la historia con el sobrenombre de Africanus, sólo tenía 26 años cuando aceptó comandar las tropas romanas en Hispania. Heredero de las cualidades militares de su padre y su tío, el joven Escipión también había heredado algunos de sus feroces enemigos,como Asdrúbal, el hermano de Aníbal, o el general púnico Giscón, quienes planeaban derrotar a su ejército en el campo de batalla. Sus opositores también le acechaban en el mismísimo Senado de Roma, donde el todopoderoso Quinto Fabio Máximo, detractor de la familia de los Escipiones desde tiempo atrás, logró forzarle, una vez concluida la campaña en Hispania, a aceptar la demencial tarea de liderar las legiones V y VI que permanecían desde hacía tiempo olvidadas en Sicilia. Éstas eran unas legiones malditas, constituidas por los soldados supervivientes a Cannae, la más humillante derrota de Roma ante Aníbal. Con esta maniobra, Quinto Fabio Máximo creía abocar al último Escipión de la estirpe a una muerte segura. Lo que Fabio Máximo no podía prever era que el joven Escipión y sus legiones malditas estaban llamados a cambiar el curso de la historia.

8| Los Pilares de la Tierra de Ken Follett

Esta es la obra maestra de Ken Follett y constituye una excepcional evocación de una época de violentas pasiones. El gran maestro de la narrativa de acción y suspense nos transporta a la Edad Media, a un fascinante mundo de reyes, damas, caballeros, pugnas feudales, castillos y ciudades amuralladas.

El amor y la muerte se entrecruzan vibrantemente en este magistral tapiz cuyo centro es la construcción de una catedral gótica. La historia se inicia con el ahorcamiento público de un inocente y finaliza con la humillación de un rey.

9| Hellenikon de Luis Villalón

Arimnesto, el espartano de Platea, vive en un olivo. Desde allí ve venir las tropas persas comandadas por Mardonio con la ayuda de Demarato, el antiguo rey espartano.

Demarato y Arimnesto: los dos lacedemonios, los dos alejados de Esparta, los dos exiliados a raíz de los hechos acaecidos el Eleusis, en la intervención que los del Peloponeso llevaron a cabo en contra de Atenas. Pero mientras que el primero ha sido alejado de su patria por manos humanas y ajenas, el segundo lo ha sido por manos divinas, acaso propias, en una búsqueda de sí mismo y de su destino; un camino marcado por los dioses.

Hellenikon, el sentimiento de «lo griego». Esta novela recoge hechos históricos eclipsados por la Batalla de las Termópilas, acontecimientos que profundizan en el pensamiento heleno enfocados con ingenio, épica, humor y una gran verosimilitud, tanto histórica como social. Esta obra fue galardonada con el premio internacional Hislibris al mejor autor novel 2009.

10|  La voz dormida de Dulce Chacón

Un grupo de mujeres, encarceladas en la madrileña prisión de Ventas, enarbola la bandera de la dignidad y el coraje como única arma posible para enfrentarse a la humillación, la tortura y la muerte. Pocas novelas podemos calificar como imprescindibles. La voz dormida es una de ellas, porque nos ayuda a bucear en el papel que las mujeres jugaron durante unos años decisivos para la historia de España. Relegadas al ámbito doméstico, decidieron asumir el protagonismo que la tradición les negaba para luchar por un mundo más justo. Unas en la retaguardia, y las más osadas en la vanguardia armada de la guerrilla, donde dejaron la evidencia de su valentía y sacrificio.

Los libros que nos han recomendado nuestros seguidores en redes sociales:

María A. Domínguez, nuestra fan en Facebook y gran apasionada de la fotografía nos ha recomendando su novela histórica favorita que es El Cruzado de Stephen J. Rivelle.

Por su parte, Paket McNamara, echa de menos en el listado de libros a la Columna de Hierro de Taylor Caldwell y Jose Antonio Espinosa Villanueva recomienda Los reyes malditos de Maurice Druon.

A través de Twitter también nos han llegado muchas otras sugerencias:

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