DRM : a [D]ios [R]ezando y con el [M]azo dando…

Aunque ya hemos tratado antes aquí el tema de los sistemas de gestión de derechos digitales (Digital Rights Management en su acepción inglesa), quizá no nos hemos parado a explicar convenientemente qué es y qué significa este concepto dentro del libro digital.

Aprovecharemos este post para aclararlo un poco.

1. ¿Qué es el DRM? El DRM es cualquier método encaminado a dificultar la copia o reproducción de cualquier archivo digital.
2. ¿Por qué se inventó el DRM? porque los archivos digitales de cualquier tipo pueden ser duplicados exactamente sin ninguna pérdida y sin diferenciarse en nada del original. Es lo que todos hacemos cuando copiamos de una carpeta a otra, a un pen-drive o guardamos varias veces el archivo que estamos editando.
3. ¿A quién puede beneficiar? a cualquiera que base su negocio en la escasez y que requiera que exista un número limitado de ejemplares para vender, intentando ejercer un derecho a reducir el número de copias circulantes, entre otros posibles derechos a restringir. Pero, sobre todo, beneficia a las empresas dedicadas a crear software y hardware para DRM que suelen licenciar sus sistemas y cobran por cada copia.
4. ¿Funciona? Respuesta corta: NO. Respuesta larga: dado que es necesario hacer disponible el contenido del archivo a alguien autorizado en algún momento los dispositivos deberán disponer de un método para eliminar esa protección. Eso significa que un único comprador podría acceder al contenido y copiarlo sin DRM.
5. ¿A quién perjudica? A todos los usuarios legítimos de los archivos digitales, que ven mermados sus derechos sobre ellos y que, en resumen, han comprado algo peor que lo que pueden encontrar desprotegido y gratis en internet. Por este mismo efecto perjudica a los mismos productores del archivo al reducir sus ventas.

En el mundo de la música se ha intentado varias veces implantar un sistema DRM que permitiese la reproducción solo en dispositivos autorizados y eliminase la posibilidad de copiar las canciones compradas. Todos los sistemas fueron un fracaso, que llegaron desde la infección con troyanos en ordenadores a la imposibilidad de reproducir los CDs en reproductores normales. En la distribución por internet sucede algo similar y el DRM de la tienda iTunes de apple (vendedora del 80% de la música por internet) fue eliminado completamente.

El mundo de los libros digitales, siempre por detrás de la música, y sin querer aprender de los errores ajenos, ha implantado dos sistemas principales de DRM en los formatos que soportan los lectores más populares. Amazon ha creado su propio formato (AZW), variación del mobipocket (empresa que compró) y que liga el libro comprado al comprador de amazon y a sus lectores kindle. Por su parte, el resto de la industria ha abrazado el formato ePub con protección anticopia de adobe. Ambos formatos han sido ya rotos (aquí hay un metodo para eliminarlos) y todos los títulos protegidos con estos DRM están ya disponibles para libre descarga en internet.

El DRM en los libros, se ha convertido en algo casi obligatorio para las editoriales tradicionales (libranda solo tiene un libro sin DRM en todo su catálogo) aunque la opinión mayoritaria de los seres con sentido común es que con el DRM disminuyen las ventas pero no las descargas, existe cierto miedo atávico a vender productos digitales sin desconfiar del cliente, haciéndole firmar con sangre un contrato por el que, a cambio de poder leer el libro, cede su alma y la virginidad de sus hijas a los editores del mismo… Si, es una exageración… Pero todo llegará.

¿Qué pasaría si los libros se vendiesen sin DRM?. Según varios experimentos, aumenta las ventas (ver Pogue o la experiencia de O’Reilly eliminando el DRM en sus libros). En EEUU hay varias editoriales que ya venden sin DRM y, todo lo más, ponen alguna marca de agua o el nombre del comprador original en el texto del libro para disuadir de la posible distribución masiva. Todas ellas hacen negocio y, dado que la venta de libros electrónicos en EEUU va viento en popa, el no incluir infecciones malignas en el producto que venden les parece un buen negocio.

Nuestra opinión, en BiblioEteca es que el lector merece todo el respeto del mundo, que el DRM no protege a nadie ni aumenta las ventas ni reduce las descargas y sin embargo encarece el producto, que la propiedad intelectual ha de tener un precio puesto por el mercado y no por monopolios y que, sobre todo, es el propio lector el que ha de decidir con sus elecciones el valor de un libro. Por eso ofrecemos nuestra plataforma de publicación a cualquiera que quiera publicar libros sin DRM.

Como dijo Bruce Shneier: tratar de hacer que los archivos digitales sean incopiables es como querer hacer que el agua no moje.

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